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5 pasos clave para hacer un balance del 2020 con los niños y niñas

Este año ha sido sin duda diferente a cualquier otro. Cuando comenzaba el año, no teníamos idea todos los desafíos que tendríamos que enfrentar, pero tampoco de los aprendizajes que ganaríamos. Y ahora que llega diciembre, con el cierre del año escolar y laboral, la navidad, el año nuevo –entre otros es muy fácil olvidarnos de la necesidad de detenernos por un momento y mirar el año vivido.

No podemos pasar por alto que los niños y niñas también han vivido un año muy complejo, lejos de sus compañeros y seres queridos, quizás con una mayor dificultad para comprender del todo el porqué de estas restricciones.

Es por eso que, desde Fundación Educacional Oportunidad, queremos invitar a padres, madres, educadores, educadoras y a cualquier otro adulto cuidador, a tomarse un momento para realizar un balance del 2020 junto a los niños y niñas. Este puede ser un espacio muy fructífero para rememorar, agradecer, reparar y cerrar el año de manera significativa, comenzando un nuevo año llenos de esperanza. A continuación, les dejamos 5 pasos clave al momento de realizar un balance con niños y niñas: 

No podemos pasar por alto que los niños y niñas también han vivido un año muy complejo, lejos de sus compañeros y seres queridos, quizás con una mayor dificultad para comprender del todo el porqué de estas restricciones.

1. Rememorar

Un buen punto de partida para realizar un balance es mirar atrás y recordar junto a los niños y niñas qué ha ocurrido desde el comienzo de año hasta el día de hoy. Una línea de tiempo es un recurso gráfico que puede ser de gran utilidad para realizar este proceso de manera ordenada y concreta.  

La propuesta es dibujar una línea de tiempo, distinguiendo meses o estaciones del año, y escribiendo y dibujando junto a los niños qué ocurrió en cada momento ¿Qué hicimos el verano pasado? “¿Cómo nos preparamos para el año escolar? ¿Cómo fue cuando supimos del coronavirus y qué cosas empezaron a cambiar?”. La idea es que ellos mismos puedan recordar escenas o momentos que les hayan llamado la atención. Pueden ser tan simples como algo que cocinaron juntos en el invierno, una película que vieron, o bien, abordar momentos más complejos que hayan vivido como familia. Debemos ir guiando o ayudando a los niños a recordar, de acuerdo a su edad, pero siempre tratando de darles el mayor espacio para que sean ellos mismos quienes rescaten lo que para ellos fue relevante.   

Además, es importante ayudar a los niños y niñas a reconocer sus emociones a medida que van rememorando ¿Te gustó ese momento? ¿Cómo te sentiste cuando supiste que no irías a la escuela por un tiempo? ¿Cómo te sentías cuando hablabas con tus abuelos por videollamada?”. Son preguntas que contribuyen a dar una mayor profundidad a la reflexión y a que los niños y niñas vayan elaborando lo vivido.  

2. Agradecer

Este año ha estado lleno de desafíos: de salud, económicos, sociales, entre muchos otros. Sin embargo, de todos los desafíos se puede sacar un aprendizaje, y este es un mensaje potente para transmitir a los niños y niñas. Quizás más que nunca, en esta pandemia nos hemos dado cuenta de lo importante que son las relaciones familiares y sociales para nuestro bienestar, la riqueza de la escuela como un espacio de aprendizaje y amistad y cuánta falta nos hace salir a las plazas o estar cerca de la naturaleza. Es decir, cuando perdemos ciertas cosas -o las tenemos más lejos- es que logramos valorarlas con aún más fuerza.  

En este sentido, los invitamos a conversar con los niños y niñas acerca de qué están agradecidos este año. Es útil modelar a los niños la forma de responder a esta pregunta, diciendo por ejemplo “Yo estoy agradecido/a de haber podido compartir más tiempo con ustedes en la casaPor otra parte, preguntas como ¿Qué cosas te hicieron feliz este año? O, ¿qué cosas te gustaron?”. Pueden ayudar a hacer más concreta esta pregunta para los más pequeños. Como actividad, pueden dibujar o escribir tarjetas de agradecimiento a familiares, profesores o amigos/as y hacérselas llegar de manera física o virtual. 

3. Celebrar

Celebrar se parece a agradecer, pero no es lo mismo. Cuando agradecemos, en general lo hacemos a cosas o personas externas: “por tener buena salud”, “por la dedicación de mi profesora”, “por el apoyo de mi familia”. Pero cuando hablamos de celebrar, nos referimos a destacar aquello que nosotros hemos logrado, ya sea como individuos o como parte de un grupo. Ante el contexto inesperado de la pandemia, todos, adultos y niños, debimos encontrar diversas formas de afrontar las nuevas circunstancias, con creatividad y entereza ¡y eso debe ser celebrado!

Es importante que los niños puedan reconocer las cosas que aprendieron y también las cosas positivas que lograron con su curso o familia. Una actividad entretenida puede ser una premiación con medallas. 

Primero, hay que pensar con los niños y niñas ¿Qué aprendieron este año que antes no sabían? ¿Qué hicimos como familia que antes no habíamos hecho? ¿Qué cosas pensábamos que iban a ser difíciles, pero luego las pudimos hacer?”. A partir de las ideas que surjan, se pueden crear medallas que unos se entregan a otros por los logros alcanzados en este 2020. 

 

4. Reconocer dificultades y oportunidades de mejora

Como dice la palabra, un “balance” del 2020 debe ser equilibrado, es decir, abordar tanto aspectos positivos como negativos. Si bien recomendamos que el foco esté en lo positivo, también es importante desarrollar la capacidad auto-crítica de los niños y niñas, y también nuestra, para reconocer cosas que podríamos haber hecho distinto y que nos gustaría mejorar para el próximo año.  

 Una primera forma de abordar este tema es simplemente preguntando “¿qué fue lo que menos les gustó de este año?”. Es probable que las primeras respuestas tengan que ver con hechos que estuvieron fuera de nuestro control, como la cuarentena. Es importante recoger estas dificultades, reconociendo las emociones que pueden haber provocado, por ejemplo, diciendo “Si, fue difícil estar lejos de familiares y amigos” “Es comprensible que hayas estado triste”.  

Pero también es provechoso ir más allá, y tratar de encontrar junto a los niños aspectos que cada uno podría haber hecho mejor, reconociendo que todos cometemos errores y eso está bien, pero enseñando que cuando lo reconocemos podemos aprender para una próxima vez. Nuevamente el modelaje es una herramienta importante: “Puede que yo me haya puesto muy nervioso/a al principio y haya estado irritable”, le podemos explicar a los niños/as, e invitarlos a reconocer aquello que ellos podrían haber hecho distinto o mejor. Este momento puede ser una buena oportunidad para ofrecer disculpas a los niños/as e invitarlos también a ellos a disculparse si así lo desean. Un elemento físico como una galleta o una flor, pueden acompañar este gesto. Luego de esta reflexión, cada miembro de la familia o grupo puede realizar un compromiso para el 2021 y anotarlo en algún lugar visible o al que puedan volver más adelante.  

5. Soñar y desear

Como vimos, el primer paso es mirar atrás y rememorar el año vivido y, para finalizar el balance, es necesario mirar hacia adelante al año que comienzaEste es un momento para soñar sobre aquello que nos gustaría para el 2021, tanto para nosotros como para quienes nos rodean. Para esto los medios expresivos como el arte pueden ser un gran aliado. Podemos invitar a los niños a dibujar cómo les gustaría que fuera el próximo año, en qué situación se imaginan a sí mismos y a sus seres queridos. También se pueden acordar, como familia o como grupo, 3 conceptos claves que desean para el 2021 como salud, felicidad, unión, u otro.   

Finalmenteel año nuevo es una posibilidad para extender nuestros buenos deseos a otros. Podemos realizar junto a los niños un pequeño video de buenos deseos para enviárselo a seres cercanos como una entretenida actividad.  

El cierre de un ciclo, y el comienzo de uno nuevo, es una gran oportunidad de reflexionar junto a nuestros niños y niñas sobre lo vivido, lo aprendido, lo ganado y lo perdido. Pero también, es una oportunidad para nosotros como adultos de conocer más sobré qué están pensando y sintiendo los niños/as y ganar herramientas para seguir acompañándolos en su desarrollo y aprendizajes 

¡Feliz año nuevo les desea Fundación Educacional Oportunidad!

Somos un equipo profesional de educadoras de párvulos, docentes y profesionales de la educación que desarrolla cursos de formación continua e-learning para transferir los aprendizajes, recursos y metodologías educativas que han sido probadas en terreno por cientos de equipos directivos y educativos durante los más de 15 años de existencia de la Fundación.