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7 claves para fortalecer el vínculo con los estudiantes y sus familias a distancia

Para nadie es un misterio que producto de la pandemia, docentes y equipos directivos de todo el país están aprendiendo en conjunto a liderar el proceso de aprendizaje de los estudiantes- a distancia. En una encuesta realizada a profesores de inglés de las regiones de Coquimbo y Magallanes -que participan del programa “We Learn” de Fundación Educacional Oportunidad se observó que un gran porcentaje manifestó que uno de sus grandes desafíos en este escenario es la conectividad.

En un conversatorio entre diez docentes del programa “We Learn” de las comunas de Vicuña y Paihuano del Valle de Elqui y Puerto Natales y el psiquiatra infantil Pablo Espoz, se destacaron 7 aspectos claves a considerar en esta nueva forma de enseñar a distancia:

1. Considerar a todos los actores: docentes, estudiantes y familia

Lo primero es ponerse en el lugar de los niños y niñas y comprender que tienen una mente distinta a la de un adulto. Como señala el psiquiatra infantil Pablo Espoz, “los humanos, y en especial los niños, se conectan fuertemente, ya que su cerebro se está desarrollando y van generando estos vínculos”Además, se debe considerar a la familia, quienes son parte activa del proceso de aprendizaje en el hogar. Como señala Eliana Pérez , docente de Puerto Natales, “muchas veces las condiciones en la casa no son las mejores. Hoy los docentes tenemos un contacto mucho más directo con los apoderados y papás. Ahí nos damos cuenta de muchas situaciones individuales de cada niño y niña”. En nuestra página “Recursos Familias” encontrarás diversas actividades que las familias pueden realizar con sus niños/as en tiempos de cuarentena.

Finalmente, es importante considerar a los docentes: reconocer y conocer sus emociones y pensamientos. Como comenta el psiquiatra Espoz, “es muy importante el autocuidado, el reconocer mis propias emociones y explicitarlo o comunicarlo”.

2. Buscar el medio o estrategias adecuadas

En segundo lugar, debemos enfocarnos en cómo nos queremos conectar. Para ello, debemos buscar medios o estrategias que faciliten no solo la conexión y/o retroalimentación, sino que también permitan saber cómo están los estudiantes. Así, lo ideal es este escenario, es conectarnos de modo que nos podamos ver las caras, utilizar nuestro lenguaje no verbal y así establecer un vínculo con nuestros niños y niñas, generando un espacio de empatía. Esto es importante “porque en este proceso hay también hormonas involucradas, como el cortisol, que tienen que ver con el estrés. Un niño y niña estresada podría tener más dificultades para vincularse”, añade el médico Pablo Espoz.

En este sentido, Mahara Jorquera, docente de la comuna de Vicuña, comenta su experiencia: “La primera vez que me  iba a conectar con mis estudiantes, estuve mucho tiempo pensando en cuál era la mejor forma de llegar a ellos luego de estar tanto tiempo sin el  contacto habitual. Al conectarme con mi primer grupo, lo primero fue saludarlos y con mucha alegría preguntarles cómo estaban, cómo se sentían, qué han estado haciendo y mostré mi atención a sus comentarios valorando mucho sus respuestas. Al principio algunos estaban nerviosos y otros contentos, pero finalmente nos quedamos con la alegría de vernos y de poder manifestarles cuánto me importan”.

3. Ser explícitos con lo que queremos

 

En esta contingencia tenemos menos instancias de comunicación y el lenguaje es mayormente escrito. Esto se puede prestar para malentendidos o malinterpretaciones. Por este motivo, la recomendación es ser explícitos con lo que queremos: el objetivo del contacto, llamado, actividad, y sobre todo, en nuestra comunicación con los apoderados.

En esta línea, el psiquiatra infantil explica que debemos preguntarnos “¿Qué estará pensando ese papá y ese niño? La idea es verle la cara al otro y reconocerlo. Vemos y sabemos que están complicados, que no tienen tiempo, que están angustiados, todos lo estamos. En ese sentido, hace bien acercar nuestras mentes a nuestros papás y ser explícitos con lo que nosotros queremos. Explicitar mucho el lenguaje”.

4. Buscar conexiones por medio del juego, dibujos y/o expresividad

Los niños y niñas no tienen la misma forma de expresar sus emociones y pensamientos que los adultos. Por este motivo, debemos ponernos en su lugar y tratar de comprender sus interpretaciones: así podremos observar el sentimiento de los niños y niñas. Esto se logra por medio de actividades como los juegos, dibujos y actividades expresivas. Por ejemplo: “Si vemos un niño que está molesto o que es tremendamente explosivo e impulsivo, tengo que ponerme en su lugar y pensar qué le está pasando. Hay detalles en la proyectividad. Así, si un niño dibuja cosas muy oscuras o sombrías, eso nos da un mensaje. Si un niño juega muy violentamente y no puede matizar, es complejo”, sostiene Espoz.

5. Proveer espacios para que los niños y niñas conversen, escucharlos y conectarse

En una entrevista al pensador y psicopedagogo italiano Francesco Tonucci, este comentó que al preguntarle a niños y niñas qué pensaban sobre la suspensión de clases presenciales, y lo primero que surgió fue la falta de sus amigos. En base a su experiencia, José Legüe, docente de Puerto Natales, explica que una de las cosas primordiales para comenzar sus clases es “compartir con ellos. Tengo dos cursos con los que tengo un poco más de confianza. Con ellos comenzamos las clases con chistes o adivinanzas y acertijos. Entre los primeros 8 y 10 minutos lo considero tiempo muerto por el tema de conexión o que los chicos llegan tarde. Aprovechamos este tiempo para realizar esas actividades. Por esos momentos dejo un poco la docencia y me vuelvo uno de ellos”.

6. Conocer y trabajar las emociones de nuestro niños y niñas onectarse

Es importante que los docentes mantengan en sus prácticas pedagógicas el propósito de conocer y trabajar con las emociones de los niños y niñas. Si bien este punto debiera estar presente a diario en el quehacer pedagógico, en contingencia se hace mucho más urgente. Respecto a cómo adecuó sus prácticas para ello, Mahara detalla: “Uno como docente siempre lo considera como prioridad en el aula. Cuando uno recorre la sala y ve una carita diferente a la esperada, uno le pregunta al alumno/a qué le pasa, cómo se siente, le da contención y si es pertinente lo deriva a los profesionales de la red de apoyo del colegio. Como docentes es común que seamos nosotros los que ponemos la cuota de afecto, preocupación, contención que nuestros niños necesitan. Ellos nunca habían sido parte de una pandemia, entonces sabemos que pueden estar afectados en diferentes aspectos, por esta razón es que nuestro contacto con ellos debe incorporar un importante trabajo sobre y con sus emociones”.

En esta entrada de nuestro blog puedes conocer más sobre cómo potenciar el desarrollo social y emocional de los niños en tiempos de cuarentena.

7. No hay receta segura en este escenario

Como no está probado qué es lo mejor o más eficiente en el escenario actual, una de las alternativas es apoyarse en la Metodología de Mejora Continua que el programa “We Learn” ha implementado y fortalecido en los últimos años. Esta permite ir probando y ajustando distintas estrategias y expectativas para mejorar la conexión con los estudiantes y así propiciar un escenario amigable que ponga en prioridad la salud emocional y el aprendizaje de nuestros estudiantes.

Emily Kelly, profesional angloparlante del equipo de Beyond English, cuenta que “en base a la experiencia que hemos tenido este semestre, intentamos llegar a todos los niños a través del mismo método. Hay que ir viendo las maneras de llegar a cada estudiante, puede ser por Whatsapp, Instagram, o lo que funcione mejor con cada uno. Ir usando los distintos medios de comunicación e irlos juntando para poder generar una comunicación más fluida. En el fondo, es cambiar de mentalidad nosotros, para ir abriendo caminos”. 

 

Agradecemos la participación y colaboración en este conversatorio a los docentes de Puerto Natales: Eliana Pérez, Pablo Torres, Edith Carimán, José Legüe y Marisol Almonacid. A los docentes de Vicuña: Mahara Jorquera, Madelein Zamora y a parte del equipo Beyond English: Emily Kelly y Rose Borges.

Somos un equipo profesional de educadoras de párvulos, docentes y profesionales de la educación que desarrolla cursos de formación continua e-learning para transferir los aprendizajes, recursos y metodologías educativas que han sido probadas en terreno por cientos de equipos directivos y educativos durante los más de 15 años de existencia de la Fundación.