La Educación inclusiva en la primera infancia

La educación inclusiva tiene por objetivo identificar y eliminar las barreras que limitan el acceso y la participación de todos los niños y niñas en los establecimientos educativos. Este proceso implica una transformación integral de la cultura, políticas y prácticas institucionales, garantizando así que cada niño y niña -independientemente de sus características y necesidades- tenga igualdad de oportunidades de aprendizaje y desarrollo desde las etapas más tempranas de su educación.

La importancia de la inclusión educativa en el nivel inicial

El Ministerio de Educación (MINEDUC) establece que la inclusión en la educación inicial busca crear entornos educativos que fomenten el respeto, la diversidad y la participación activa de todos los niños/as desde sus primeros años de vida. Las directrices internacionales señalan que la inclusión y la equidad son fundamentales para hacer frente a las disparidades y desigualdades en el acceso, la participación y los resultados de aprendizaje, transformándose en una herramienta relevante para combatir todas las formas de exclusión, discriminación y marginación en el ámbito educativo.

Garantizar una educación sin discriminaciones desde edades tempranas implica la implementación de prácticas inclusivas en jardines infantiles y escuelas, creando entornos equitativos y de pertenencia que permitan a todos los niños y niñas progresar y participar en condiciones de igualdad en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La inclusión en la educación parvularia no solo es un acto de justicia, sino que también aporta una serie de beneficios que perduran a lo largo de toda la vida. Entre ellos, se destacan:

La disminución de brechas sociales: la inclusión temprana contribuye a la disminución de las brechas sociales al brindar a todos los niños igualdad de oportunidades desde el principio de sus trayectorias educativas, esto establece una base sólida para un futuro más equitativo.

El fomento de la equidad: la inclusión promueve la equidad al reconocer y valorar la diversidad de habilidades y experiencias de cada niño o niña. Esto no solo fortalece la cohesión social, sino que también prepara a los párvulos para enfrentar un mundo diverso y globalizado.

¿Cómo trabajar la educación inclusiva en el nivel inicial?

Ampliar el acceso a la educación para todos los niños y niñas implica que los equipos educativos fomenten el trabajo colaborativo y la reflexión conjunta de manera continua, con el propósito de eliminar posibles barreras ya sean institucionales, culturales o personales, que puedan afectar los valores de la inclusión. Esta tarea requiere un enfoque cuidadoso y proactivo. Algunas sugerencias para la implementación desde el ámbito del aprendizaje son:

Fomentar la colaboración y la empatía: anima al grupo a entender y apreciar las diferencias, promoviendo así un sentido de comunidad inclusiva, en un ambiente de aula que cuente con espacios educativos interactivos, actividades de aprendizaje diversificadas y flexibles, material y recursos educativos variados, entre otros.
Conocer a tu grupo de niños y niñas: indaga sobre sus intereses, contextos familiares y sociales, establecer una comunicación abierta con los padres y cuidadores puede proporcionar información valiosa sobre las experiencias y habilidades de cada niño/a, esto entregará los insumos necesarios para abordar estrategias de aprendizaje diversificadas.

Considerar las interacciones pedagógicas: en las cuales los niños y niñas puedan cooperar y jugar, se eviten los estereotipos y se fomenten los logros de todos los párvulos. Adapta tus actividades para que sean accesibles, utilizando diferentes enfoques de enseñanza, materiales y recursos para asegurar que cada niño/a pueda participar y aprender de manera significativa. Por ejemplo, al inicio de la clase o de la actividad, varía la forma desde la forma auditiva, visual o kinestésica, eso despertará el interés y motivación de todos los niños y niñas y ayudará a aquellos párvulos con condiciones especiales o con diferentes formas de aprendizaje.

Orientar a las familias o cuidadores: sobre cómo apoyar a los niños y niñas para aumentar su participación en rutinas cotidianas, formas de juego, rutinas familiares, entre otras. Asimismo, trabajar con los patrones culturales para la reflexión e indagar qué entienden por inclusión, cómo se relacionan con esta y cómo piensan abordarla.

Es en el nivel inicial donde se establecen los cimientos del aprendizaje, por lo tanto, la inclusión se convierte en la piedra angular para el desarrollo equitativo de cada individuo. Implementar estrategias inclusivas que respeten la diversidad, son pasos esenciales hacia un sistema educativo verdaderamente inclusivo. El trabajo colaborativo y la reflexión constante fortalecen este compromiso, asegurando que ninguna barrera quede sin identificar y ninguna oportunidad de aprendizaje se pierda.

La educación inclusiva en el nivel inicial no solo es una necesidad, sino un derecho fundamental para cada niño y niña, construyendo así un futuro donde la diversidad sea celebrada y donde cada uno pueda alcanzar su máximo potencial, por lo tanto, el llamado es a la acción, instando a que la Educación Parvularia sea un agente de cambio en la construcción del sistema educativo para contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y equitativa.

Para facilitar las interacciones necesarias y base en una educación inclusiva, así como enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, te recomendamos explorar nuestra Videoteca de Recursos para Promover Interacciones que Generan Aprendizajes la que cuenta con recursos especializados y es totalmente gratuita. Esta videoteca ofrece herramientas visuales y dinámicas que pueden ser integradas en tu aula, promoviendo así un ambiente propicio para el desarrollo integral de cada niño y niña, independientemente de sus características y necesidades.