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Beneficios del ocio durante las vacaciones de niños y niñas

Ahora que los niños y niñas están de vacaciones, es común escucharles decir “me aburro” o “¡no tengo nada que hacer!”. Por lo mismo, también se hace frecuente que los padres, madres o adultos/as a cargo se agobien planificando un sinfín de panoramas para los más pequeños y pequeñas, tratando de evitar a toda costa el aburrimiento. Y si bien es importante aprovechar las oportunidades de hacer actividades en familia, no deberíamos temerle al ocio.

El ocio está asociado a espacios de descanso en que los niños y niñas potencian su creatividad a través del juego libre y la diversión, por lo tanto, las vacaciones son un buen momento para promover la creatividad y la imaginación, ya que el tiempo libre y el juego son tan importantes y necesarios como ir y aprender en la escuela.

Los beneficios del ocio en la niñez

El ocio permite a los niños y niñas desarrollar la creatividad e innovación, descubrir e ir entendiendo el mundo que lo rodea, además, de pensar y decidir qué quieren hacer, fortaleciendo las habilidades necesarias para la toma de decisiones. Por eso los especialistas señalan que es importante que en los momentos de ocio el padre/madre o adulto/a responsable promueva la autonomía infantil en relación a la toma de decisiones con preguntas como: ¿Qué te gustaría hacer? ¿A qué quieres jugar? ¿Con qué o quién te gustaría realizar tal o cual actividad?

Es importante recalcar que hacer del ocio un momento de entretención no es propio de algunos o de los “más creativos/as”, porque en esencia todos y todas somos creativos. La creatividad no es algo que se relacione solo con el arte o los inventos, sino que juega un papel muy importante en nuestra vida diaria, pues nos ayuda a resolver todo tipo de problemas, empezando por los más cotidianos, y ahí radica justamente una de las oportunidades para que los niños y niñas profundicen su socialización y su inteligencia emocional.

Jenny Castro, Nubia García y Gloria Muñoz, autoras de la publicación Recreación, Ocio y Sociedad (2020), sostienen que la recreación durante los primeros años no se desarrolla como algo meramente accesorio en la vida de la niñez, sino que hace parte de sus formas de conocer el mundo, por ello al pensar en el diseño o ideas de experiencias recreativas para la primera infancia, se alude en primer lugar, a las actividades de autodescubrimiento de los más pequeños y pequeñas, y al reconocimiento de sus entornos familiares y sociales.

Durante los momentos de ocio es importante guiar a los niños y niñas, para lo cual  se recomienda realizar un análisis de los recursos disponibles: con qué juguetes se cuenta, a qué espacios se puede asistir, con quién puede jugar nuestro hijo/a, entre otros. En el caso de los niñas y niños más pequeños es bueno seleccionar previamente dos o tres opciones, porque cognitivamente aún no están preparados para discriminar o evaluar entre una amplia variedad de alternativas y muchas veces les cuesta discernir o elegir.

El Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) sostiene que si los niños/as tienen periodos de aburrimiento en que no están haciendo nada que les satisfaga, deberán utilizar sus propios recursos para que eso no ocurra, y ahí entra en juego la creatividad, lo que les permitirá poder conectar con sí mismos/as y buscar actividades o acciones que puedan sacarles del tedio; hará que sean más flexibles cognitivamente, más tolerantes, más creativos/as, y por tanto más resolutivos/as.

Es importante recalcar que hacer del ocio un momento de entretención no es propio de algunos o de los “más creativos/as”, porque en esencia todos y todas somos creativos. La creatividad no es algo que se relacione solo con el arte o los inventos, sino que juega un papel muy importante en nuestra vida diaria, pues nos ayuda a resolver todo tipo de problemas, empezando por los más cotidianos, y ahí radica justamente una de las oportunidades para que los niños y niñas profundicen su socialización y su inteligencia emocional.

Considerando que al estar en vacaciones los niños y niñas disponen de mucho tiempo de ocio para planificar y desarrollar un sinfín de actividades, se aconseja no saturarles de tareas y panoramas, porque el descanso es fundamental para su correcto desarrollo físico y mental. En la práctica, esto significa mantener ciertas rutinas, que les permitan descansar cuando es debido y combinar actividades entre aquellas más activas y otras pasivas.  Una buena forma de guiar y estructurar es a través de los horarios de alimentación y sueño, ya que habitualmente marcan los grandes hitos del día.

La tecnología y el ocio

En los últimos años se ha incrementado considerablemente el espacio de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) dentro del tiempo de ocio en la primera infancia. Por ello, se hace fundamental comprender la importancia de las familias a la hora de regular su uso, ya que son las principales responsables de orientar a los pequeños y pequeñas para beneficiarse del uso y sus potencialidades, y también para prevenir los riesgos asociados.

(Díaz, Salcines, González, 2021) desarrollaron una investigación sobre el impacto de la tecnología en el ocio de la primera infancia, en la que concluyeron las TIC no solo facilitan las comunicaciones a distancia, sino que favorecen oportunidades relacionadas con la educación, la recreación y la participación social, rescatando la diversidad y la pluralidad; pero que sin embargo, un empleo inapropiado de las mismas puede dar lugar a problemáticas como la adicción o la posibilidad de que otras propuestas de ocio tomen un segundo plano y no sean debidamente desarrolladas.

Asimismo, señalan que resulta preciso conocer los factores de riesgo que pueden vincularse al empleo de las mismas. En este sentido, se hablaría de cómo los juegos digitales tienden a fomentar el individualismo en detrimento de las relaciones sociales, así como existe el riesgo de impacto de valores negativos que, en ocasiones, transmiten los mismos. Para combatir estos riesgos, diseñaron la siguiente propuesta:

Propuestas de gestión del uso de las TIC para las familias

1. Ofrecer un buen modelo de uso digital, mostrando cómo y para qué pueden ser utilizadas correctamente las TIC: hacerles competentes tecnológicamente.
2. Fijar un horario concreto y responsable de uso de las TIC, atendiendo a la edad de los niños y niñas.
3. Conocer a qué contenidos y actividades acceden los menores: en qué consisten, qué valores transmiten y qué información personal solicitan.
4. Ralentizar el ritmo de vida de los más pequeños/as, huyendo de la inmediatez -e incluso anticipación- de respuesta a sus demandas que ofrecen las TIC.
5. Proponer alternativas de ocio, con y SIN soporte tecnológico.

Es importante que durante las vacaciones el Internet y los juegos electrónicos no sean la principal forma de ocio, los estudios aconsejan privilegiar el contacto con la naturaleza y las actividades que los niños y niñas demandan, dándoles espacio a sus iniciativas al aire libre.

Esta realidad se vincula con el despertar de la conciencia ambiental, pues el ocio en estos entornos promueve una mayor conexión emocional con la naturaleza, lo que influye en las actitudes y comportamientos no solo proambientales, sino que también en su relación con los demás y los seres vivos; con la empatía y la responsabilidad.

No olvidemos que el caminar, correr, trepar, subir y bajar, hace parte del despertar motor de los más pequeños y pequeñas, pero el cuerpo de un niño o niña también debe aprender a entrar en quietud, en sosiego, y aburrimiento, para darle paso a la imaginación y el pensamiento mágico, con el que también aprenden a soñar y crear.

 

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