El derecho a la educación en la nueva Constitución
- publicado por Equipo Oportunidad
- Categorías Artículos
- Fecha noviembre 22, 2021
El derecho a la educación -consagrado por la Convención de los Derechos del Niño- apunta a que todos/as tengan asegurado el derecho a aprender aquello que desarrolle al máximo su personalidad y sus capacidades intelectuales, físicas y sociales; que todos y todas tengan el derecho a recibir educación, en un espacio donde la enseñanza primaria y secundaria sean gratuitas y obligatorias.
La redacción de una nueva Constitución Política, y las prontas elecciones para un nuevo Gobierno, suponen la oportunidad de crear acuerdos sociales para el Chile del mañana, la oportunidad de reflexionar y debatir la sociedad que los chilenos y chilenas quieren construir. En este contexto social, la Educación cobra importancia como uno de los factores que más han sido requeridos por la ciudadanía.
No se trata solo de la formación de contenidos como tal, sino de la posibilidad de empoderar la participación y reconocimiento de los niños y niñas por parte del Estado, para que adquieran aprendizajes pedagógicos y socioemocionales que consideramos fundamentales y que así, se integren a la sociedad de manera sana y protegida.
Propuestas para un nuevo Gobierno y una nueva Constitución
Acción Colectiva por la Educación es un conglomerado de 25 organizaciones de la sociedad civil comprometidas por una educación de calidad, equitativa e inclusiva. Desde el año 2017, este grupo de organizaciones -de las que Fundación Educacional Oportunidad forma parte- trabaja colaborativamente para incidir en políticas públicas educativas, desde la evidencia y la experiencia en terreno, buscando generar un cambio educativo a gran escala.
Esta alianza de organizaciones impulsó la iniciativa Tenemos que Hablar de Educación, la cual buscó levantar las voces de los miembros de las comunidades educativas de todo el país durante el año 2020, a través de diálogos participativos, para que reflexionaran y plantearan los principales sueños y desafíos que tenemos como país para lograr una educación equitativa, inclusiva y de calidad para el siglo XXI.
Como resultado de esta iniciativa, Acción Colectiva entregó a la Convención Constitucional un documento con 11 propuestas, las que buscan dar al derecho a la educación la importancia que merece, avanzando a una revolución pedagógica que ponga a los estudiantes, y en especial a niñas y niños, en el centro del proceso educativo.
La idea de Acción Colectiva es que esta revolución pedagógica sea una meta para los próximos gobiernos, y para ello se proponen cuatro ejes de trabajo:
Eje 1: Desarrollar aprendizajes integrales centrados en las/as estudiantes
Es necesario repensar la Jornada Escolar Completa (JEC) y el currículum nacional, dando mayor posibilidad de elección a las y los estudiantes según sus áreas de interés, centrada en el bienestar socioemocional y una educación contextualizada. Por último, hay que destacar la importancia de contar con un acceso universal a dispositivos tecnológicos e internet, acompañado de una alfabetización digital para la comunidad.
Eje 2: Promover comunidades escolares con cultura inclusiva y colaborativa
Lograr una cultura escolar acogedora y segura para niñas, niños y adolescentes está en el centro de la revolución pedagógica, en la construcción de una ciudadanía del futuro. Esta cultura tiene en su base a la inclusión de la diversidad, la no discriminación, la colaboración y la participación efectiva de los miembros de la comunidad.
Eje 3:
Construir una matriz institucional equitativa y contextualizada.
Debe sustentarse en transformaciones estructurales que disminuyan las brechas existentes de recursos y calidad, fortaleciendo la educación pública y eliminando el financiamiento por asistencia. Además, se debe modificar el sistema de evaluación del Sistema de Aseguramiento de la Calidad, reemplazando el SIMCE para avanzar hacia una evaluación integral y contextualizada.
Eje 4: Valorar docentes, educadores y asistentes de la educación como el corazón del sistema
Es necesario mejorar sus condiciones laborales, aumentando las remuneraciones y el tiempo adecuado para la preparación del proceso de enseñanza y el vínculo personalizado con estudiantes. Además, se propone fortalecer la formación inicial y continua, para así darles las herramientas para enfrentar la diversidad de contextos que presenta el sistema educativo.
Las propuestas que surgieron de la iniciativa Tenemos que Hablar de Educación
En los diálogos participaron un total de 56 jardines infantiles y salas cunas, 109 escuelas y liceos, y 107 consejos escolares. De ellos, 1.984 fueron padres, madres y apoderados/as; 1.110 educadoras/es, docentes y asistentes de la educación; y se contó también con la participación especial de 4.612 párvulos y estudiantes desde los 2 a los 18 años.
¿Qué dijeron las comunidades educativas?
1. Cinco principios de la educación: de calidad, gratuita, equitativa, inclusiva e integral.
Las comunidades educativas plantean que la educación debería estar basada en altos estándares de excelencia, con un alto financiamiento estatal y capaz de ofrecer iguales oportunidades para todos y todas. Una educación que sea, además, inclusiva de la diversidad y orientada a potenciar diversas habilidades, competencias y talentos.
2. Una revolución pedagógica para repensar el desarrollo y aprendizaje en la sala de clases.
Transformar el paradigma educativo tradicional a través de la innovación educativa en el currículum escolar; nuevas metodologías de enseñanza adaptadas a la realidad, intereses y necesidades de cada estudiante; reducción y priorización de los planes de estudio; innovación en los métodos evaluación; mayor protagonismo de los estudiantes; y mayor autonomía docente.
3. Mejores condiciones laborales para educadoras/es y docentes.
Las comunidades educativas consideran que tanto la formación continua e inicial como la evaluación docente, deberían ofrecerles herramientas para mejorar su labor. Plantean que su remuneración debiese aumentar para reflejar la importancia de su rol y, además, quisieran contar con una mejor distribución de sus horas no lectivas. También proponen aumentar la dotación y resguardar la idoneidad de la misma.
4. Comunidades valoran proyectos integrales, inclusivos, colaborativos y participativos.
Las comunidades educativas valoran los proyectos educativos que se preocupan del bienestar académico y socioemocional del/la estudiante, y consideran trascendental el compromiso de todo el personal. Reconocen positivamente la priorización otorgada a la inclusión, convivencia escolar y participación de la comunidad en la toma de decisiones.
5. Un Estado que orienta y acompaña a las comunidades.
Todas las características que deberían definir la nueva educación son –para las comunidades educativas– responsabilidad del Estado y resultan centrales en la educación pública. En este proceso, la responsabilidad del Estado es consolidar una nueva manera de orientar, fiscalizar y supervisar a los establecimientos educativos en su camino hacia la innovación y la mejora educativa.
6. La Educación debe ser una política de Estado.
Las comunidades educativas creen que para poder lograr todos los cambios necesarios en esta materia, la educación debe ser una prioridad política a corto y largo plazo, es decir, debe estar en la agenda del Gobierno y en el horizonte del Estado.
Consagrar el derecho a la educación en la nueva Constitución Política de Chile, es sin duda una gran oportunidad para establecer las bases que permitan desarrollar estas propuestas. Es importante que el futuro Gobierno pueda escuchar a la comunidad educativa, en especial a los protagonistas, poniendo atención a sus necesidades e ideas, y otorgando las condiciones necesarias para establecer esta revolución pedagógica que tenga a los niños y niñas en el centro del proceso educativo.
Somos un equipo profesional de educadoras de párvulos, docentes y profesionales de la educación que desarrolla cursos de formación continua e-learning para transferir los aprendizajes, recursos y metodologías educativas que han sido probadas en terreno por cientos de equipos directivos y educativos durante los más de 15 años de existencia de la Fundación.